Durante años se pensó que crecer era tarea del equipo de marketing, cuando ahora lo normal es ver multitud de ofertas para posiciones de Head of Growth.
Que bastaba con una agencia de performance, una campaña de paid bien afinada, o un rediseño del funnel para escalar un negocio.
Pero el contexto ha cambiado. Y las reglas también, lo llevamos diciendo desde primeros de año.
En 2025, el crecimiento ya no es una función. Es una capacidad del negocio.
Y como toda capacidad crítica, necesita ser habilitada desde arriba.
Porque si el CEO no lidera el crecimiento, el crecimiento se dispersa. Cada equipo optimiza lo suyo. Cada canal va por libre.
Y el negocio entero deja de avanzar como sistema.
La mayoría de empresas no fracasan por falta de acción. Fracasan por falta de dirección.
No sufren porque no lancen campañas. Sufren porque hacen muchas, pero sin una arquitectura de crecimiento detrás.
✔️ El tráfico crece, pero no convierte lo suficiente.
✔️ El ROAS es aceptable, pero no rentable a largo plazo.
✔️ La conversión mejora, pero los clientes no repiten.
Y aun así, cada equipo cree que va bien. Porque cada uno está midiendo su trozo. Y nadie está mirando el sistema.
Eso es lo que pasa cuando se delega el crecimiento sin haberlo diseñado como sistema.
Piezas que funcionan aisladas, pero no juntas. Equipos que optimizan métricas locales, pero no generan impacto global. Decisiones que responden a lo urgente, pero no a lo importante.
La paradoja es esta: las empresas que más crecen en apariencia, son a menudo las que más están perdiendo por dentro.
Porque escalar tráfico sin retención es amplificar el agujero. Porque lanzar descuentos sin entender el margen es pan para hoy.
Porque delegar el growth en marketing es asumir que el problema está en la comunicación, cuando casi siempre está en el modelo.
Y esa orquestación solo puede empezar desde arriba. No porque el CEO tenga que ejecutar cada parte.
Sino porque es el único que puede alinear todas las piezas del sistema:
El crecimiento real no nace de hacer más. Nace de que todas esas áreas compartan una única intención estratégica: crecer bien, con impacto, y de forma sostenible.
No significa hacerlo todo. Ni ser experto en performance, funnel o paid.
Significa crear el contexto adecuado para que el crecimiento ocurra. Y eso implica:
✅ Diseñar un modelo de negocio que permita escalar sin romperse
✅ Alinear a todos los equipos en torno a métricas de impacto real (no solo entregables)
✅ Tomar decisiones estratégicas basadas en datos y validación, no en intuición o presión de corto plazo
✅ Y rodearse de partners capaces de activar todas las palancas. No como silos, sino como un sistema conectado
Eso es lo que hacemos en Product Hackers. No venimos a ofrecerte un equipo más. Venimos a ayudarte a activar el crecimiento como sistema.
Lo llamamos Full Business Growth: Una forma de diseñar, validar y escalar crecimiento desde todas las áreas que realmente lo hacen posible.
Desde dentro. Con método. Con foco. Y contigo.
