Nuestro corazón está lleno de creatividad, lo que aporta alegría, diversión y diversidad a nuestras soluciones. La creatividad es la chispa que convierte nuestras soluciones científicas en auténtica magia que nadie más sabe hacer. Entrenamos la creatividad las 24 horas del día, incluso en nuestro tiempo libre en la nave, para que así surjan las mejores ideas cuando nos ponemos a trabajar.