En una reunión cualquiera, sin venir a cuento y sin contexto:
«Queremos hacer una campaña para conseguir X, ¿qué claves tenemos que seguir para viralizarla y petarlo? Vosotros que sois expertos en Growth, seguro que me sabéis decir todo lo que tengo que tener en cuenta para reventarlo».
1, 2, 3, responda otra vez…
A diario nos pasan muchas situaciones de este tipo. Me generan la misma sensación que cuando estudiaba Ingeniería Informática y mi tía me decía eso tan manido de «oye, mírame el vídeo, que no me funciona, y como tú eres informático seguro que sabes…».
Siempre me ha parecido curioso, y cuanto menos digno de estudio.
A mí no se me ocurriría preguntarle a un cirujano por consejos para curar una depresión, y mucho menos que me operara ahí, sobre la marcha, aunque estuviéramos tratando su especialidad.
Y quizás es una visión muy particular mía, pero cualquier consejo en cualquier área, dado sin contexto y sin mayor análisis, no deja de ser el mismo consejo que te pueda dar tu cuñado en la cena de Navidad. Y si hablamos de lo nuestro, o de montar negocios digitales, estamos hablando de cuñadismo digital.
Lejos quedan los años donde en Internet todo era campo y con tener claras unas pocas claves lo podías petar. Realmente esos tiempos nunca existieron, las dificultades siempre han sido muchas. Pero han cambiado. Antes era falta de usuarios, ahora una saturación bastante fuerte de canales y una gran competencia por la atención.
Dar consejos alegremente solo sirve para pasar un rato entretenido en una comida con tu familia, como si habláramos del tiempo, porque esos consejos no van a ningún lado. Y como mucho para alimentar tu ego por haber sido capaz de decirle a alguien 3 cosas que responden a una posible necesidad o duda, pero que no valen una mierda.
Yo intento ser claro. No hay consejos que valgan. No porque no los haya. Sino porque si queremos encontrarlos hay que entender a fondo lo que quieres conseguir, tu contexto, tus usuarios, tu canal, tu competencia…
Quizás si eres un absoluto analfabeto digital, se te puedan dar unas pocas claves genéricas, pero entonces lo tienes crudo para conseguir rentabilizar esos consejos en el corto plazo. Necesitarás aprender mucho antes.
Yo evito las cenas de Navidad en familia porque evito hablar con cuñados, prefiero hablar con amigos con los que hablar de la vida, o hablar a conciencia de algo. También así evito ser el «cuñado» de cualquier cena. Así que también evito ser un cuñado digital y, ante el «1, 2, 3, responda otra vez», contesto con un «paso palabra».