Entrevistamos a Miguel Ángel Diez Ferreira, Director de IMPACT Accelerator, después de anunciar el cierre de Red Karaoke, quien nos cuenta multitud de aprendizajes y experiencias emprendiendo.
Que no te engañen, emprender es duro, sumamente duro. Las historias de éxito que se suelen contar de empresas que nacen en un garajes americanos y acaban dominando el mundo, desde un punto de vista estadístico son eso, solamente historias.
Podría ponerme a contar estadísticas al respecto, pero el episodio de hoy me pide contar algo mucho más cercano a lo emocional y mucho más cercano al invitado que tenemos hoy: Miguel Ángel Diez Ferreira, fundador de la recién cerrada Red Karaoke y ahora Director de IMPACT, la aceleradora de ISDI.
Además, Miguel Ángel me lo pone fácil para hacerlo, porque compartía un brutal artículo en LinkedIn anunciando el cierre de Red Karaoke donde contaba muchos detalles de todo lo que había pasado. Eludiendo la parte más analítica que puede contener un post-morten, este artículo es una suerte de resumen de la historia de Red Karaoke mezclada con mucha emoción: tanto las alegrías de los buenos momentos como el dolor de los momentos más complicados.
El artículo lo tenéis que leer, de hecho lo recomiendo leer varias veces porque destila muchísimos aprendizajes y porque si has montado alguna empresa y lo lees, te puedes ver reflejado en muchísimos momentos que cuenta Miguel Ángel. Es un artículo que no tiene desperdicio y que cuenta las cosas desde el lado menos brillante al que estamos acostumbrados cuando nos meten en la cabeza el rollo Mr. Wonderful ese de “tu puedes” o “desde el salón de tu casa puedes comerte el mundo”.
Y no es que no puedas, simplemente es que es extremadamente complicado.
Y así lo cuenta Miguel Ángel, empezando el artículo con la dureza de la decisión de cerrar Red Karaoke. Os leo a continuación los primeros párrafos del artículo, los que a mi me hacían sentir un puño en el estómago al comenzar a leerlos, porque cuando has pasado por ahí entiendes el nivel de dolor que se puede haber sentido.
“Nadie podrá decir que no lo hemos intentado todo y que no lo hemos dado todo”. Esa fue la frase que nos salió a mi hermano Richard y mí cuando decidimos que había llegado el momento de cerrar Red Karaoke. Ocurrió en agosto de 2018, y hoy por fin esa decisión ve la luz: Red Karaoke es historia y cerrará sus puertas el 20 de julio.
No fue una decisión fácil. La empresa, tras 12 años en activo, seguía en el top 3 mundial por volumen de audiencia, y era rentable y generaba caja positiva desde 2014. Pero la industria de la música (una parte de ella) nos había puesto la proa, había decidido acabar con nosotros, y no había marcha atrás. Daba igual que lo que hacíamos fuese perfectamente legal, daba igual que jamás nos hayan demandado ni que nunca hubiéramos hecho nada ilegal: no nos iban a dar las licencias que necesitábamos para crecer, y de hecho empezaron a hacernos la vida imposible. Tanto, que continuar no tenía sentido.
Cuando tomamos la decisión de cerrar en agosto del año pasado ya habían pasado once años desde que en abril de 2007 abrimos el primer servicio de karaoke online del mundo, y trece desde que en una fiesta tuve la idea. Y os aseguro que trece años dan para mucho: para penas y alegrías, para éxitos y fracasos, para aciertos y para errores. Y para mucho aprendizaje, porque ya se sabe, unas veces se gana y otras se aprende.
Es triste tener que terminar así tras tanto esfuerzo, pero el mercado es soberano. Nuestro consuelo es que en todo este tiempo siempre hemos hecho las cosas con seriedad, honestidad y profesionalidad, desde el principio hasta el final. En nuestra opinión, el cómo haces las cosas es tan importante como lo que consigues. El camino cuenta casi tanto como el destino al que quieres llegar.
Al final el único responsable de lo sucedido soy yo, como cabeza visible e impulsor del proyecto. Mi mayor error, aunque no el único, fue el no haber sabido involucrar a la industria musical, aunque lo intenté de todas las maneras posibles. Haber sido unos outsiders del sector nos hizo un daño irreparable, cuando quise arreglarlo fue demasiado tarde y las tácticas mafiosas de una parte de la industria editorial nos liquidaron. La verdad es que nunca imaginé que detrás de algo tan bonito como la música pudiera haber semejante cantidad de mierda y de malas personas (también las hay muy buenas, pero al final los malos han ganado la batalla).
Este episodio es para mi un homenaje no solo a Miguel Ángel y Red Karaoke, si no también a todos los pioneros de nuestro ecosistema. Un homenaje porque ellos tuvieron que abrir el camino sin tener ni idea, ni siquiera recursos, sin un ecosistema en el que apoyarse. Porque nos iluminaron a muchos que vimos en ellos un reflejo de lo que podríamos hacer nosotros, y también nos ayudaron cuando nos acercamos a pedirles consejos. Porque lo consiguieron todo, y después de eso, también nos enseñaron a los demás que a veces, ni siquiera ese todo es suficiente.