Nos sentamos con Pablo Renaud y Nacho Somalo a hablar de cómo vender con éxito en Amazon y también aprovechamos para entender lo que es escribir un libro y visionar lo que nos viene en 2020.
Era una joven de 22 años encerrada en una vida aburrida y precaria. Había dejado sus estudios de lado, vivía en casa de su tía y trabajaba controlando el acceso a la Escuela de Arte ganando unos pocos euros cada hora. La vida no le daba mucho, y ella tampoco se lo exigía.
Pero le gustaba vestir bien. Tenía un gusto espectacular para elegir las mejores prendas y combinarlas generando unos looks vintage a lo años 70 preciosos y muy gamberros. Como no se podía permitir ir a las mejores tiendas, dedicaba sus horas muertas a bucear entre montañas de ropa usada en tiendas de segunda mano.
No paraba de recibir peticiones de amistad en su perfil de MySpace; era lo que tocaba en ese 2006. Usuarios que eran pequeñas tiendas en eBay vendiendo ropa de segunda mano. Y había cosas bastante interesantes, pero falta algo de ‘sentidiño’. Ella misma se decía…
¡No saben ni lo que están vendiendo! Jamás pondría a la venta ese vestido, es horrendo. Y esa chaqueta… me la compro ya porque si supieran la joyita que tienen entre manos cobrarían al menos 10 veces más. Suerte la mía que esta gente no tenga ni idea de moda.
Crear una pequeña tienda en eBay era pan comido. En apenas 30 minutos Sofía creó su espacio dentro de eBay. Una pequeña tienda que llamó Nasty Gal en clara referencia al álbum de 1975 de esa sexy cantante de funk que era Betty Davis.
Nasty Gal no era un negocio. Más bien una especie de mercadillo casero, pero online. Lo justo para sacarse unos euretes aprovechando algunas de las gangas que encontraba cuando rebuscaba en tiendas de segunda mano. Sofía jamás en la vida se hubiera plateando crear un negocio. Ella misma se decía:
¡Demasiado esfuerzo! Me duele la cabeza solo de pensarlo. Además, eso es solo para los encorbatados…
Sofía creó su página de eBay a su imagen y semejanza. Gabardinas que llegaban hasta el suelo o camisetas de rock vintage que años más tarde estarían en cualquier tienda de fast-fashion. Su aspecto y actitud resonaron con el tipo de mujeres jóvenes y confidentes con su cuerpo que no serían sorprendidas comprando en Cortefiel.
Y le empezó a ir bien. ¡Vaya si le fue bien!
Nada más empezar fue capaz de vender una chaqueta de Chanel que había comprado por 8 dólares por más de 1.000 dólares. Muchos vendedores no sabían ni lo que se tenían entre manos.
Durante un tiempo se dedicó a buscar en Google “Yves Saint Laurent” con distintos errores tipográficos porque:
Si no saben ni escribir bien Yves Saint Laurent seguramente ni sepan lo que valen realmente estas prendas!
Así se hinchó a comprar prendas de Yves Saint Laurent por 3 duros y luego vendía por cientos de dólares. Puro margen, poco esfuerzo.
En poco tiempo llegó a miles de “fashion lovers” quienes empezaron a comprar en Nasty Gal a lo loco. Y en menos de 1 año tuvo que mover su almacén a una nave de 700 metros cuadrados para poder tener más stock que vender.
Poco tiempo después eBay también se le quedó pequeño. De hecho, Nasty Gal se convirtió en uno de los “Top 100” retailers de Estados Unidos en cuanto a crecimiento y todo un icono del eCommerce en su momento, llegando a facturar más de 100 millones de dólares al año.
Nuestra Sofía era realmente Sophia Amoruso. Y lo que pasó después ya es historia. Una historia tan inspiradora que hasta Netflix ha hecho una película sobre ella (“Girlboss”).
Lo que más nos importa de esta historia es que un Marketplace tan precoz y “austero” como era eBay en el 2006 permitió que germinara un negocio tan impresionante como Nasty Gal. Un negocio que alcanzó unos números que muchos no somos capaces ni de imaginar.