Entrevistamos a Kintxo Cortés, Country Manager de Shopify en Estaña, junto a Héctor Merodio y Felipe Gómez-Pallete de OHDIGITAL.
En 2004, un joven Tobias Lütke se encontraba muy quemado de su trabajo como programador. Hacía un año que se había mudado de Alemania a Canadá y el trabajar en remoto para una empresa alemana le hacía sentirse desconectado.
Para entretenerse un poco y tratar de salir de esa rutina que le agotaba, Tobias se animó a montar una tienda online de snowboarding, y así podría conectar con su gran pasión.
Probó casi todas las alternativas de CMS para eCommerce, desde Miva y OsCommerce a Yahoo Stores pero todas y cada una de ellas eran una auténtica porquería. Hacían muy complicado crear un diseño visual atractivo para la tienda online e imponían continuamente formas de hacer las cosas que no eran las más efectivas.
Siendo desarrollador, Tobias decidió crear su propia tienda oline desde 0, y así aprender un nuevo lenguaje de programación que estaba poniéndose de moda y que le atraía muchísimo: Ruby on Rail.
En apenas 2 meses la tienda de Snowboarding de Tobias se lanzaba al mercado bajo el nombre Snowdevil. Y como un diablo llegaron las primeras ventas en el arranque de la temporada de invierno, que fue un éxito en ventas para Snowdevil. Pero a pesar de este éxito y conseguir la rentabilidad tan rápido, Tobias ya tenía claro que quería arreglar la industria del eCommerce.
Se puso a trabajar en llevar el software que soportaba Snowdevil a otro nivel, de forma que se pudieran crear más tiendas online sobre la misma plataforma. Y en 2006, después de 1 año y medio de duro trabajo, lanzaría este proyecto al mercado bajo el nombre de Shopify.
En un añito, consiguieron unos pocos clientes, alcanzando una facturación de 8.000$ al mes. Esta cantidad no era gran cosa, pero al menos tenían clientes pagando que validaba su hipótesis principal.
La mayoría de sus clientes eran muy pequeños, y después de dar mil vueltas pensando en por qué clientes de mayor tamaño no usaban Shopify, se dieron cuenta que su modelo de negocio basado en cobrar un porcentaje de las ventas, era un stopper para aquellos eCommerce que hacían mucho más dinero.
Gracias a este descubrimiento, Tobias y su equipo plantearon un modelo de suscripción que incluía un pequeño pago fijo mensual y un porcentaje de las ventas. Cuánto mayor era el plan de la suscripción, menor era el porcentaje de las ventas que los retailers tenían que pagar a Shopify. De esta forma abrieron la puerta a tiendas online de mayor tamaño, consiguiendo un punto de inflexión para Shopify.
En 2008 Shopify ya estaba generando 60.000$ al mes y Tobias y sus socios se dieron cuenta que podían atacar un mercado mucho más grande. Después de hablar con muchos de sus amigos y conocidos en la industria del software, se dieron cuenta que había mucha gente interesada en desarrollar sus propias customizaciones y extensiones para tiendas hechas en Shopify. Así pues, en 2009 Shopify empezó a transformarse en una plataforma, y para ello lanzó su API al mercado.
A partir de aquí las novedades y movimientos de Shopify no pararon. En 2010 lanzaron una app que permitía a los tenderos revisar las ventas desde sus dispositivos móviles, y también lanzaron una competición de creación de empresas de eCommerce donde el ganador podía conseguir 100.000 dólares y mentoría por parte de emprendedores de primer nivel. Este movimiento hizo que se crearan más de 1.000 nuevas tiendas en Shopify generando más de 3 millones de dólares en ingresos para la compañía.
En 2011 Shopify ya tenía más de 11,000 tiendas que vendían más de 125 millones de dólares en conjunto. Para aportar más valor a esta importante masa de retailers, lanzaron Shopify Experts, un directorio online de expertos en Shopify a disposición de estos eCommerce para ayudarles en su crecimiento.
Dos añitos después, en 2013, Shopify levantaba su ronda C de inversión, consiguiendo 100 millones de dólares, y de paso lanzaba al mercado el Shopify POS, un punto de venta para tiendas físicas que les permitía entrar en el retail tradicional y ofrecer soluciones OmniCanal.
A partir de aquí el crecimiento de Shopify ha sido algo nunca visto. Tanto a nivel de producto con el lanzamiento de los Buy Buttons, integración con Facebook Messenger, los Shopify QR Codes, lector de tarjetas para retailers y recientemente Shop, una app destinada a que los consumidores puedan descubrir productos que se venden en tiendas Shopify.
A nivel de negocio Shopify se ha convertido en uno de los principales players mundiales a nivel de ecommerce. Sus tiendas venden 17.500 millones de dólares al año, y Shopify facturará este 2020 cerca de 2.000 millones.
Se ha convertido en la tercera empresa de Canadá en capitalización bursátil y está plantando cara a Amazon y a otros gigantes de Internet gracias a sus apuestas continuas por el crecimiento, por aportar valor a sus vendedores y también por buscar alianzas estratégicas con otros players como Pinterest, o incluso Google siguiendo esa máxima de “los enemigos de mis enemigos son mis amigos”.
También está apostando en otras áreas relacionadas con el eCommerce, ya que ha abierto almacenes logísticos para ofrecer estos servicios a sus clientes, e incluso ha invertido 450 millones de dólares en comprar 6 River Systems, una empresa de automatización de almacenes y robótica.
Y es que Shopify tiene algo que la hace especial. Seguramente sea la potente visión de su fundador Tobias Lutke quien tiene claro que “el cambio es fundamental en la cultura de cualquier compañía, si no no existe forma humana de que pueda sobrevivir”.