Best practices en experimentación: cómo ejecutarlas para impulsar tu crecimiento

6 min de lectura Experimentación Digital

La experimentación se ha convertido en el pilar fundamental del crecimiento sostenible para los negocios digitales. Sin embargo, existe una diferencia abismal entre hacer tests de forma reactiva y ejecutar un sistema de experimentación con procesos. Por eso es importante definir algunas best practices en experimentación con el que conseguir un crecimiento real.

Como Growth Manager, he visto cómo muchas empresas confunden la intuición con el método científico, obteniendo resultados inconsistentes que no escalan.

La clave está en entender que detrás de cada experimento exitoso hay un proceso estructurado, no casualidades ni golpes de suerte. Cada test debe responder a una hipótesis fundamentada, medirse con métricas específicas y generar aprendizajes que alimenten futuras iteraciones.

¡Vamos a verlo!

Definición de hipótesis: el punto de partida de todo experimento

La experimentación no se basa en probar por probar. Una hipótesis sólida es la base de cualquier experimento que valga la pena. No se trata de ideas vagas como «probar un botón rojo» sino de formulaciones específicas que conecten causa y efecto de manera medible.

Best practices en experimentación

Todo comienza con una hipótesis clara, específica y medible. En Product Hackers, seguimos siempre el mismo esquema para formular nuestras hipótesis: 

«Creemos que realizando [acción] para [segmento de usuarios], conseguiremos [resultado] porque [razón]».

Por ejemplo: «Creemos que añadir testimonios de clientes en la página de pricing para usuarios freemium, conseguiremos aumentar las conversiones a plan premium porque hemos observado que la mayoría de abandonos ocurren por falta de credibilidad social».

Esta aproximación requiere de un conocimiento profundo del funnel, datos históricos y entendimiento del comportamiento del usuario. Las hipótesis más potentes nacen del análisis de datos cualitativos y cuantitativos, y no de intuiciones.

Medición del experimento con métricas de evaluación

Definir qué vamos a medir antes de lanzar el experimento es crítico. No basta con mirar métricas generales, necesitamos métricas primarias, secundarias y de guardia que nos den una visión completa del impacto.

La métrica primaria, a menudo llamada Hypothesis Evaluation Metric (HEM), debe estar directamente alineada con la hipótesis. Si experimentamos en un ecommerce, podría ser el porcentaje de usuarios que añaden un producto al carrito.

Las métricas secundarias nos ayudan a entender los efectos colaterales: el engagement con features específicas, el avance en el funnel, el tiempo de permanencia de la sesión…

Por otro lado, las métricas de guardia son aquellas que se monitorizan para asegurar que no se vean afectadas negativamente. Su función es alertarnos si algo va mal mientras optimizamos la métrica principal.

Por ejemplo, un aumento en la conversión que va acompañado de un incremento en el rebote no es una victoria, sino que puede indicar un problema a largo plazo.

Pretest: cálculo de muestra y definición del MDU

Antes de lanzar cualquier experimento, necesitamos determinar si tenemos suficiente tráfico para detectar el cambio que esperamos medir. Aquí entra en juego el concepto de Minimum Detectable Uplift (MDU) o diferencia mínima detectable.

El MDU es la mejora más pequeña que consideramos relevante para el negocio. No se trata de detectar cualquier cambio, sino de cambios que realmente importen. Si la tasa de conversión actual es del 3%, un MDU del 10% relativo significaría detectar mejoras que aumenten la conversión al 3,3% o superior.

Definir el MDU correctamente requiere equilibrar ambición con realismo. Un MDU demasiado pequeño requerirá muestras enormes y experimentos de duración excesiva, mientras que uno excesivamente grande solo permitirá detectar cambios masivos, lo que implicaría perder optimizaciones incrementales de gran valor.

Una vez definido el MDU, calculamos el tamaño de la muestra necesaria. Para ello, se consideran el ratio de conversión actual de la métrica de hipótesis, una significancia estadística deseada (comúnmente 95%) y el poder estadístico (usualmente 80%). El resultado de este cálculo será el número mínimo de usuarios por variante que se requiere para obtener conclusiones válidas. Herramientas como Sample Size Calculator  pueden ser de gran ayuda para realizar este cálculo.

Diseño del experimento

El diseño de un test se resume en cuatro etapas clave: definir la segmentación de la audiencia, establecer los triggers que activan el experimento, configurar las variantes y aplicar los cambios a testear para cada grupo. Además, es fundamental configurar las métricas de evaluación previamente mencionadas.

La segmentación permite dirigir el experimento a usuarios específicos según criterios demográficos, comportamentales o técnicos. Los triggers, por otro lado, definen el momento exacto de activación: puede ser la visita a una página específica, el cumplimiento de una condición o la entrada en un funnel determinado.

Las herramientas de experimentación aseguran la rigurosidad en la aleatorización de la muestra y la precisión en la recolección de datos, garantizando una verdadera distribución aleatoria entre grupos de control y variantes, lo que permite una interpretación confiable de los resultados.

Una ventaja significativa de herramientas como VWO o Convert es su live editor, que permite realizar cambios visuales sin depender de código. Podemos modificar textos, colores, posiciones de elementos o incluso estructuras completas de página directamente desde la interfaz, acelerando considerablemente el proceso de diseño.

Interpretación de resultados: más allá de los números

Un experimento no termina cuando alcanzamos significancia estadística. La interpretación requiere de un análisis desde tres perspectivas fundamentales: estadístico, experiencia de usuario y métricas de negocio.

Desde una perspectiva estadística, la experimentación nos permite evaluar la confiabilidad de los resultados obtenidos. En este sentido, la significancia estadística se convierte en un pilar fundamental. Esta nos indica la probabilidad de que los cambios o diferencias observados entre las variantes experimentales no sean producto del azar, sino que reflejen un efecto real de la modificación implementada.

La perspectiva de experiencia de usuario nos ayuda a entender las implicaciones a largo plazo. Un incremento en conversión que genera fricción en pasos posteriores puede comprometer la retención y el lifetime value de nuestros usuarios. Analizamos cómo los cambios afectan el journey completo, no solo el punto de conversión inmediato.

Finalmente, la perspectiva de negocio evalúa el impacto real en nuestros objetivos. Una mejora estadísticamente significativa debe traducirse en valor económico tangible y alinearse con nuestra estrategia de crecimiento.

Aprendizajes e iteraciones: El verdadero valor de la experimentación

La experimentación construye nuestro activo más valioso: el conocimiento profundo sobre qué funciona en nuestro mercado específico. Este conocimiento se convierte en la base de nuestras decisiones estratégicas y nos permite innovar con menor riesgo.

Cada experimento alimenta nuestro entendimiento del comportamiento del usuario y las dinámicas del mercado. Por eso es importante documentar cada experimento, funcione o no, y entender el porqué. Esto construye un repositorio de conocimientos sobre el comportamiento del usuario y la dinámica del mercado, facilitando futuras decisiones y disminuyendo la incertidumbre en nuevas iniciativas.

Las empresas con una sólida ejecución de procesos de iteración desarrollan una capacidad organizacional distintiva: la habilidad de anticipar con mayor exactitud el impacto de nuevas iniciativas y adaptarse ágilmente a las dinámicas del mercado.

La experimentación continua, además, genera un efecto acumulativo. Cada descubrimiento se edifica sobre los anteriores, resultando en un conocimiento que se amplía progresivamente, lo que conduce a decisiones de producto y estrategia más certeras y a una creciente diferenciación de la competencia.

Conclusiones

La experimentación es una disciplina que requiere de un rigor metodológico, pensamiento científico y consistencia en su ejecución. No es creatividad pura ni intuición, es un proceso estructurado que convierte incertidumbre en conocimiento accionable.

Los growth managers más exitosos son aquellos que entienden que cada experimento es una pieza de un puzzle más grande. Una hipótesis bien formulada, métricas alineadas, un diseño riguroso y una interpretación contextualizada se combinan para crear un sistema de aprendizaje que escala.

Escrito por

Elena Plaza

Elena Plaza

Puede que te interese

Experimento con Multi-Armed Bandit en fechas clave y su impacto en el Black Friday - Product Hackers

Qué es y cómo aplicar Multi Armed Bandit

Post /Comentarios

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Post /Relacionados
Experimento con Multi-Armed Bandit en fechas clave y su impacto en el Black Friday - Product Hackers

Qué es y cómo aplicar Multi Armed Bandit

Cómo construir una cultura de experimentación en tu equipo

herramientas de experimentacion digital portada

¿Cuáles son las herramientas de experimentación digital que necesitas?

Resumen de Privacidad

Este sitio web utiliza cookies y tecnologías similares para proporcionar el servicio, así como permitirnos mejorarlo, a través de la obtención de estadísticas sobre su uso, y otras finalidades.

Navegar por esta web implica necesariamente la utilización de cookies y tecnologías similares siempre y cuando sea necesario para su funcionamiento. Asimismo, para ciertas finalidades, las cookies y el almacenamiento local estarán sujetas a su previo consentimiento. Puede aceptar o rechazar las cookies mediante el sistema de configuración establecido y también es posible configurar el navegador para impedir su uso.

Puedes consultar nuestra Política de Privacidad aquí: https://producthackers.com/es/aviso-legal/