¿Por qué utilizar la experimentación como herramienta? El crecimiento de los negocios es un problema complejo porque depende de multitud de variables, algunas detectadas y medidas, otras detectadas pero no medidas y, la mayoría de ellas, ni siquiera detectadas.
En definitiva, no conocemos ni tenemos en cuenta la mayor parte de variables que afectan a nuestro negocio. Algunas de ellas son cosas que le pasan a nuestros clientes, otras dependen de un contexto macroeconómico variable, y casi irracional. Y algunas otras variables son tan aleatorias que hacen que, a veces, los negocios, tengan tanto de suerte como ir a jugar al casino.
A la hora de maximizar nuestro crecimiento, no podemos probar todas las combinaciones de estas variables. Por un lado serían tantas combinaciones que no acabaríamos de probar nunca y, por otro lado, seguramente nos dejaríamos alguna variable no detectada por probar.
Aquí es donde la experimentación entra en juego. Podemos ver la experimentación como una exploración heurística que nos permite ir encontrando soluciones cada vez más óptimas en un espacio infinito de oportunidades de negocio.
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El enfoque de la experimentación nos permite detectar las áreas de todo este espacio de oportunidad que merece la pena explorar. Y hacer pequeños (o no tan pequeños) tests en cada una de esas regiones.
Reducimos una exploración infinita a una secuencia finita y controlada de variables a probar, o experimentos a realizar.
Eso no solo nos permite transformar un problema no computable (o irrealizable) en un problema fácilmente computable, sino que nos permite enfrentarnos al problema de la optimización, maximización o mejora de nuestro negocio desde un enfoque iterativo y de mejora continua.
No vamos a buscar de primeras la mejor solución posible. Entre otras cosas porque sabemos que es imposible encontrarla.
Sino que vamos a ir buscando encontrar en cada paso, gracias a cada experimento, las áreas de mejora que nos permitan ir creciendo y mejorando de forma iterativa.
Esta es una de las razones por las que la cultura de la experimentación resulta crítica en las corporaciones que se toman en serio su crecimiento. La cultura de la experimentación es la herramienta principal que das a todo tu equipo tanto para mejorar día a día.
Y también es una herramienta perfecta para lidiar con la frustración derivada de la falta de información, falta de conocer todas las variables en juego y, en definitiva, de lidiar con un problema que no solo es complejo, sino que, por su naturaleza casi caótica, resulta casi irracional.
Nadie puede saber cómo sería el negocio perfecto para maximizar su crecimiento. Pero sí podemos poner en práctica una forma de trabajo, una cultura y un mindset que nos ayuden a acercarnos, cada día más, a ese nirvana.
