A menudo la personas empezamos a trabajar en una idea, un objetivo, una tarea… Sin antes pararnos a pensar y a planificar cómo va a ser, cómo se va a llevar a cabo, qué cosas hay que tener en cuenta. Lo mismo ocurre con la información que almacenamos en las herramientas que utilizamos, por eso vamos a hablar de cómo organizar Google Tag Manager.
A los desarrolladores nos suele ocurrir que nos lanzamos directamente a escribir código para poder obtener un resultado visible lo antes posible y esto puede acabar siendo un problema.
Google Tag Manager (GTM) es una herramienta que permite hacer cambios sencillos en la web de una forma rápida, fácil y reversible. Dentro de la herramienta hay varios elementos como las carpetas, las etiquetas, los disparadores, las variables y las plantillas. Con todo este conjunto de elementos que provee Google, es muy fácil, por ejemplo, ejecutar un código JS (JavaScript) que agregue alguna funcionalidad al sitio web a modo de experimento para validar de una forma rápida si tiene sentido o no invertir tiempo de desarrollo en esta nueva versión.
Otro ejemplo de uso podría ser la instrumentación del sitio web, agregando así etiquetas y disparadores cuando sea interesante mandar eventos a las herramientas de analíticas.
Planificar, organizar y definir una forma de trabajar clara y estándar es muy importante, sobre todo cuando se trabaja en un entorno compartido con otras personas como es el caso de GTM. Esto puede parecer obvio y sencillo, pero no lo es. Lo más fácil y rápido es (como he comentado anteriormente) empezar a crear etiquetas, definir disparadores, lanzar eventos y publicar.
Además, el hecho de ver algo ya en producción, produce una sensación de trabajo avanzado/acabado que es muy gratificante, pero que, a la larga, si se sigue trabajando así, se acabará transformando en frustración. ¿La razón? Que no se sabrá qué hace cada etiqueta porque cada miembro del equipo utiliza una nomenclatura o qué disparador utilizar en cada momento porque los nombres no son descriptivos, entre otros problemas.
A continuación te dejo algunos consejos para empezar a organizar tu entorno de GTM y que cualquier persona del equipo pueda entrar y entenderlo a la perfección.
Un espacio de trabajo es una copia paralela del contenido actual de tu GTM. Y ahí va la primera recomendación: crear espacios de trabajo para realizar cambios es una buena manera de no pisar el trabajo de otros compañeros.
Sirve también como medida de seguridad contra errores. En caso de haber un fallo en producción y tener que pausar o modificar una etiqueta, se podría hacer desde el espacio de trabajo por defecto sin tener que eliminar o publicar el contenido que se esté haciendo en el nuevo espacio.
Las carpetas son un buen método de organización, hay muchas maneras categorizar estas carpetas. Algunas ideas son:
No importa cómo quieras organizar las carpetas, el objetivo de estas es que todo el contenido de GTM esté estructurado y cada miembro del equipo sepa dónde buscar cada cosa.
Dentro de la organización de Google Tag Manager, la nomenclatura de cada uno de los elementos es muy importante pero es imprescindible que las etiquetas tengan un nombre claro, descriptivo y, sobre todo, estándar.
Es necesario decidir con el equipo qué nomenclatura elegir para las etiquetas. Así, de un vistazo, todos los miembros del equipo sabrán identificar a qué hace referencia el nombre, de esta manera evitaremos confusiones.
Un nombre para una etiqueta de un experimento en Google Tag Manager podría ser PH-CHECKOUT-0023:
Un nombre para una etiqueta de una instrumentación podría ser AMP-HOME-SEARCH o GA-HOME-SEARCH:
Estos son algunos ejemplos que se me han ocurrido. Pero lo ideal es que cada equipo (empresa) establezca su nomenclatura y que quede claro qué representa cada parte de esta.
Los disparadores se utilizan para ejecutar etiquetas, por tanto, estos disparadores pueden ser utilizados para lanzar una única etiqueta o varias. Es importante definir un nombre claro y que un disparador no se modifique una vez se esté utilizando porque puede afectar a todas las etiquetas.
Siguiendo con los ejemplos anteriores un nombre para un disparador de una etiqueta de experimento podría ser PH-CHECKOUT-DOM_READY:
Un nombre para un disparador de una instrumentación podría ser CLICK-HOME-SEARCH:
Igual que en las etiquetas, estos son ejemplos que se me han ocurrido a mí, que me parecen lógicos y que se entienden. No obstante, este estándar debería definirlo cada equipo/empresa y que todas las personas que utilicen la herramienta sepan qué significa cada sigla.
Las variables son el último elemento que falta por repasar de GTM, son un elemento algo más avanzado que los anteriores y que muchas veces se les pone un nombre poco descriptivo que puede llevar a confusión.
Estos elementos pueden ser de muchos tipos y puede tener sentido que cada tipo tenga un modo diferente de formar la nomenclatura. Las más utilizadas son:
Para este tipo de variables se suele utilizar (heredado del inglés) el formato verbo + nombre:
Para este tipo de variables se suele utilizar un nombre descriptivo y claro que refleje a que hace referencia el contenido de la variable.
En este post se han recogido algunos consejos y recomendaciones para mantener GTM ordenado y accesible a todo el equipo, espero que haya sido de utilidad y que se puedan aplicar estos tips en los próximos experimentos.
¡Mucho Growth!
“El desorden no es más que decisiones pospuestas”
Barbara Hemphill
Comparte en tus RRSS
Buen post!! Como siempre aportando contenido de calidad !!