Crear una estrategia de marketing para cualquier tipo de producto o servicio es algo complicado de estandarizar. ¿Los motivos? No hay dos equipos de marketing idénticos pero es que tampoco hay dos estrategias de marketing iguales. Dado que no existen fórmulas magistrales, ¿cómo traza la estrategia un CMO al incorporarse a una empresa? ¿Y cómo la itera con el paso del tiempo y los cambios en el negocio?
La estrategia de marketing es el plan que se traza para conseguir unos objetivos de comercialización. No es algo que se produzca al azar, si no que requiere un conocimiento profundo de los perfiles y segmento de clientes a os que nos dirigimos, los canales de los que dispone la compañía (propios, ganados y pagados) y conocer en profundidad tanto el servicio y producto que va a ser objeto de esa estrategia como la operativa de negocio.
En contra de lo que solemos pensar de que la principal actividad del marketing es crear contenido, la realidad es el marketing estratégico va mucho más allá de esa capa más visible.
Al incorporarse a un nuevo proyecto, la primera frase en salir de la boca de un CMO debería ser “hasta nuevo aviso, seguimos business as usual”.
Y es que, durante los 2 ó 3 primeros meses, un CMO sabe que su trabajo consiste en tomar meras decisiones tácticas mientras arranca toda una fase de discovery. Es decir antes de ponerse a trazar el plan de marketing se dedica a escuchar, observar y analizar lo siguiente:
Llegados a este punto, el CMO habrá completado esa primera fase de discovery, al menos a alto nivel. Sumergirse a fondo en todo lo anterior obviamente es tarea imposible cuando sólo se cuenta con unas semanas.
Por otro lado, seguir haciendo discovery de forma sistemática a lo largo del tiempo, tiene que ser una máxima para todo CMO. Sin embargo, cuando se trata de arrancar la planificación estratégica de la campaña de marketing, la clave está en que los árboles no te impidan ver el bosque. Ya habrá tiempo para profundizar en el análisis durante la implementación del plan.
Tras el discovery, le toca el turno a la fase de ideación. La estrategia de marketing puede (y debe) ser muy distinta en función del momento del ciclo de vida en que se encuentre la empresa, del contexto del mercado o de los recursos disponibles. Por otro lado, habitualmente poco tienen que ver una estrategia B2C y una B2B, o una estrategia para eCommerce con una estrategia para un SaaS.
En un entorno empresarial cada vez más competitivo, donde las estrategias de marketing tradicionales de marketing no son suficientes para alcanzar el crecimiento deseado, se debe tener en cuenta estrategias de Growth Marketing. Este enfoque basado en la experimentación y en la utilización de datos para identificar las tácticas de marketing que generan el mayor impacto en el crecimiento del negocio.
A diferencia de las estrategias de marketing digital, el Growth Marketing busca optimizar cada etapa del funnel para maximizar el valor de los usuarios a lo largo del tiempo. Es decir, gracias al Growth Marketing se incrementa la captación de clientes potenciales y se trabaja también la retención y fidelización de los mismos.
Con independencia del tipo de estrategia que desarrollemos, metodológicamente hablando, toda estrategia de marketing es ideada en base a 4 pilares :
Una vez hecha la ideación, a algunos CMOs les resulta bastante útil seguir utilizando otros frameworks como SOSTACⓇ o RACE para abordar la planificación y, ahora sí, pasar a la táctica y a los planes de acción asociados a cada iniciativa de forma estructurada y montar el plan de marketing digital y el presupuesto correspondiente (inversión, herramientas, equipo etc).
Llevar el marketing de una empresa requiere desarrollar una estrategia de marketing que sea
efectiva e integrada. Trabajar el marketing por silos (por un lado el blog, por otro las redes sociales, por otro una estrategia de paid media y por otro el plan de marketing offline), no es lo más efectivo ni eficiente.
Crear un plan un unificado, crear un calendario que integre todas las estrategias y actividades de marketing de manera integrada nos ayuda a desarrollar una estrategia que alinee los objetivos empresariales y de marketing.
De manera resumida nos podemos encontrar con estos tipos de estrategias de marketing:
Con independencia del tipo de marketing en el que decidas enfocarte, el éxito de la estrategia va a depender de que todas las estrategias de marketing utilizadas estén alineadas entre sí. Trabajar de esta manera ayudará a aumentar la fuerza del mensaje y alinear negocio y mercado.
Decía Sun Tzu en “El Arte de la Guerra”, ese libro de cabecera para la gente de marketing, que la táctica sin estrategia es el ruido antes de la derrota y esto nos sirve de ayuda a la hora de hacer una estrategia de marketing. O lo que es lo mismo, un gran despliegue de acciones sin orden ni concierto, lejos de ayudar a un CMO a mover la aguja, pueden llevarle a perder la batalla por el mercado. Ahí radica la importancia real de tener una estrategia de marketing.
Entender el plan de marketing como un puñado de acciones tácticas o, yéndonos al extremo contrario, tener varias estrategias en marcha (una estrategia de marketing de contenido, otra de email marketing y otra de marketing en redes sociales) es lo contrario de tener una estrategia. Puede parecer una obviedad pero estas cosas ocurren mucho más de lo que sería deseable.
La realidad ahí fuera es que no hay tantas empresas customer-centric que realmente conozcan las motivaciones de sus clientes o hayan mapeado su viaje. Muchas otras siguen comunicando desde el qué y el cómo, en vez de desde el porqué y palabras como misión, visión o marca se malentienden y se denostan.
La táctica sin estrategia es el ruido antes de la derrota.
Sun Tzu
No es tampoco tan frecuente encontrar empresas cuyos esfuerzos de marketing estén centrados en trabajar bien la retención del cliente. Muy habitualmente de hecho el foco y los recursos se concentran exclusivamente en el TOFU y en captar nuevos clientes y el CAC se considera la North Star. En otras empresas solo se mira hacia el mercado para establecer la estrategia de pricing, no para construir la propuesta única de valor. Y así un largo etcétera.
Por eso, cuando un profesional del marketing se incorpora a un nuevo proyecto, la primera frase en salir de su boca debería ser “de momento, seguimos haciendo lo de siempre”. Y a partir de ahí, darse un tiempo para entender al cliente, el mercado, la cultura empresarial, el producto y los recursos con los que cuenta. Sin todo lo anterior, es imposible entender la North Star y esbozar un plan ad hoc que trabaje en el crecimiento a lo largo de todo el funnel y que arroje resultados en el corto plazo mientras construye sólidamente el futuro.
Un plan que necesariamente será distinto a cualquier otro. Será incluso sustancialmente diferente al plan que ese mismo CMO tendría que diseñar para esa misma empresa al cabo de unos pocos años. Ahora lo que queda es comenzar a ejecutarlo, el delivery. Y mientras lo implementas y lo mides, seguir haciendo discovery e ideación, a ser posible utilizando una metodología de experimentación continua.
Una buena estrategia de marketing es aquel que es suficientemente flexible como para admitir iteraciones una vez puesto en marcha .